Alacón

Alacón

Enclavada en lo alto de un cerro, Alacón mantiene una típica estructura urbana árabe, con calles irregulares y, aquí en concreto, todas en cuesta. Con una población de  306 habitantes, habiendo perdido más de 100 habitantes en los últimos 10 años (contaba con 422 en 2003).

La documentación más antigua sobre la villa nos remite al 1426. Sin embargo su importante torre militar, una de las más antiguas de Teruel, y que la tradición popular relaciona con el alminar de la mezquita, nos lleva al siglo XII, y nos emplaza en las guerras fronterizas de la reconquista.

Entre sus edificios más importantes se puede citar la iglesia parroquial de la Asunción. Típica construcción del barroco de la segunda mitad del siglo XVIII, se compone de tres naves con bóveda de medio cañón y crucero con cúpula sobre pechinas decoradas con bajorrelieves de los Padres de la Iglesia. La ermita del Calvario, del siglo XVI, en estilo gótico-renacentista, de una sola nave con bóveda de crucería estrellada y la ermita de San Miguel, obra del siglo XVII, resultan de particular interés.

La localidad forma parte del Parque Cultural del Río Martín. En su término municipal numerosos abrigos cobijan importantes pinturas rupestres (declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), un patrimonio que compite en interés con el espectacular entorno natural, formado por cañones y barrancos entre los que habitan interesantes especies animales y botánicas.

Alacón es un lugar de máximo interés para conocer la prehistoria, y más concretamente la cultura musteriense, representativa del Paleolítico Medio (entre el 50.000 y el 35.000 a.C.). En el covacho de Eudoviges se hallaron hasta 670 útiles de sílex, además de medio centenar de núcleos y casi diez mil lascas y elementos menores, restos resultantes de la talla y retoque de las herramientas. También 'puntas musterienses' destinadas a los venablos arrojadizos.

La población se asienta sobre un destacado otero, excelente mirador sobre el valle del rio Martín y las estribaciones de la sierra de Arcos. La cara norte del cerro se encuentra totalmente horadada por unas 500 bodegas excavadas en la roca viva y dispuestas de forma escalonada para suavizar la pendiente. Su interior, fresco en verano y templado en invierno, sirve de bodega natural para el afamado vino de Alacón.

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